Desde principios de 2023, más de 2.300 personas se registraron como fallecidas o desaparecidas en el Mediterráneo. La Red de Vínculos Familiares –integrada por las 192 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y coordinada por la Agencia Central de Búsquedas del CICR en Ginebra y en delegaciones en todo el mundo– reúne a familiares separados, presta apoyo a los servicios forenses y encuentra a personas desaparecidas en el trayecto. Su labor quedó en evidencia luego del reciente vuelco de un barco pesquero que trasladaba migrantes, o a bordo del buque Ocean Viking.
En junio de 2023, cuando un barco pesquero que, según se informó, llevaba cerca de 700 migrantes, volcó en aguas internacionales cercanas a la costa de Pilos, en el Peloponeso, Grecia, el alcance de la tragedia conmocionó al mundo: se rescató a 104 personas y se recuperaron 82 cuerpos, y todavía hay cientos de personas desaparecidas presuntamente fallecidas, muchas de ellas mujeres y niños que habían quedado atrapados en el casco del barco. Ante la mirada horrorizada del mundo, la Cruz Roja Helénica y el CICR enviaron inmediatamente a sus equipos para prestar apoyo a los sobrevivientes y a las autoridades griegas para que los familiares recibieran información y pudieran restablecer el contacto con sus seres queridos.
Dos filiales locales de la Cruz Roja Helénica fueron enviadas al lugar de acogida al que se trasladaba a los sobrevivientes rescatados. El CICR y la División de Búsqueda y Restablecimiento del Contacto entre Familiares (RCF) de la Cruz Roja Helénica trabajaron estrechamente desde el inicio. Sebastian Bustos, coordinador de Protección del CICR en Atenas, explicó: "En el transcurso de 24 horas se envió un equipo reducido de RCF desde Atenas y se ofreció toda la ayuda necesaria en materia de RCF a los sobrevivientes, entre ellos, a quienes habían sido hospitalizados. Esto les permitió informar a sus familiares, por teléfono o redes sociales, que estaban bien y a salvo. De forma simultánea, transmitimos información rápidamente a la Red de Vínculos Familiares para que pudieran asesorar y prestar el apoyo correspondiente a los familiares que la contactaban para averiguar sobre el naufragio".
Al mismo tiempo, el CICR se puso inmediatamente en contacto con las autoridades griegas, incluidos su Unidad de identificación de víctimas de desastres, la Unidad de personas desaparecidas, la Guardia costera helénica y los servicios forenses y médico-legales, para ofrecer apoyo en el proceso de identificación de las personas fallecidas. "Por primera vez en Grecia, el protocolo de identificación de víctimas de desastres se puso en práctica para un incidente con víctimas fatales a gran escala relacionado con la migración, algo en lo que llevábamos ya un tiempo trabajando en Europa", expresó Antonietta Lanzarone, especialista forense del CICR. "Esto significa que se siguieron procedimientos estandarizados y reconocidos internacionalmente para la recuperación, examen forense e identificación de las personas fallecidas, y para el proceso de confección de una lista exhaustiva de las personas desaparecidas y recopilación de información sobre ellas".
Prestamos apoyo mediante la explicación clara del proceso de identificación de víctimas de desastres a los sobrevivientes en Grecia. Gracias a la coordinación con nuestras delegaciones en otros países, ayudamos a establecer acuerdos con autoridades locales sobre cómo recopilar información crítica de las personas desaparecidas (incluidos los perfiles genéticos de los familiares) y enviarla a las autoridades griegas. En los casos en los que no se lograban acuerdos directos, se alentaba a los familiares a acudir a la oficina más cercana de la Cruz Roja o la Media Luna Roja en su país, a fin de que pudiéramos hacer un seguimiento directo con la Unidad de identificación de víctimas de desastres en su nombre. Asimismo, concertamos acuerdos para que los familiares sirios utilizaran el protocolo de Interpol para la transferencia legal de datos de personas desaparecidas, incluidos los perfiles genéticos (costeado por nuestra delegación), a Atenas, para la identificación forense.
Es intrínsecamente difícil identificar a los migrantes fallecidos cuando sus familiares están tan lejos, pero la cooperación entre autoridades simplificó el proceso. Las autoridades griegas establecieron inmediatamente una línea de atención para facilitar la comunicación con los familiares afectados. Otros países, como Pakistán, crearon sus propias líneas de atención para prestar apoyo a sus ciudadanos en la búsqueda de familiares desaparecidos. Al día de hoy, más de la mitad de los cuerpos recuperados han sido identificados, principalmente por sus huellas digitales. Se espera la pronta identificación de casos difíciles mediante ADN. La tasa de casos resueltos y la velocidad de la identificación son excepcionalmente altas en comparación con otros desastres relacionados con la migración. La respuesta rápida por parte de las autoridades y la coordinación eficaz con otros países ha marcado una clara diferencia.
Miles de personas intentan cruzar el Mediterráneo todos los años en su afán de alcanzar la seguridad y rehacer su vida junto con sus familiares. Al hacerlo, suelen verse obligadas a tomar caminos muy peligrosos, lo que trae aparejados riesgos y la separación de sus seres queridos. Los naufragios son recurrentes. Desde 2014, más de 28.000 personas fallecieron o desaparecieron intentando cruzar a Europa y, hasta ahora, en 2023 se ha registrado a más de 2.300 personas fallecidas o desaparecidas en el Mediterráneo. Estas cifras, que surgen del Proyecto Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones, reflejan solo casos verificados. Sin duda alguna, las cifras reales con mucho más altas. Según el informe del CICR titulado Counting the Dead, de 2022, solo se recupera el trece por ciento de los cuerpos de los migrantes que se ahogan al cruzar el mar.
Grecia no es el único destino de los migrantes que cruzan el Mediterráneo. Desde junio de 2023, la Cruz Roja Italiana está al frente de un punto de acceso, o centro de crisis designado, en Lampedusa, para brindar asistencia in situ a los migrantes que logran llegar a salvo, así como a los sobrevivientes de naufragios. Una vez que han recibido servicios esenciales y asistencia médica en el punto de acceso, los migrantes se reúnen con los equipos de RCF en la Cruz Roja Italiana para hacer llamadas telefónicas, escribir notas breves y enviar mensajes a casa para que sus familiares sepan que están a salvo. Los mensajes que recibe la Cruz Roja Italiana se envían a través de la Red de Vínculos Familiares a la Sociedad Nacional o la delegación del CICR en el país de origen de la persona migrante. Asimismo, los equipos de RCF recopilan toda información que los migrantes puedan proporcionar sobre otros migrantes que conocieron durante el trayecto. De esta manera, se facilita el acceso a pistas valiosas por parte de los colegas de la Red de Vínculos Familiares que trabajen en la búsqueda de estas personas en el presente o en el futuro.
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja no trabaja de manera activa solamente en la costa y en la rutas terrestres, sino que también está presente a bordo del Ocean Viking, un buque de carga gestionado por SOS Méditerranée en asociación con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (Federación) que realiza actividades de búsqueda y rescate de migrantes en el Mediterráneo central. La Red de Vínculos Familiares, coordinada por la Agencia Central de Búsquedas, ha lanzado un proyecto a bordo del buque que permite a los migrantes rescatados transmitir la tranquilidad de que están bien y a salvo a los familiares que quedaron en casa. Esta admirable iniciativa reúne a cada eje del Movimiento, lo que demuestra la potencialidad de la red de organizaciones.
El equipo de la Federación a bordo del Ocean Viking recibe mensajes conocidos como "salamats" –que en árabe significa "buena salud"– de los sobrevivientes. El proceso es sencillo, pero puede tener un impacto importante. Los sobrevivientes brindan los números de teléfono de sus familiares. Estos se envían a su vez al CICR, que los coordina y los reenvía a los centros locales de las delegaciones del CICR o de las Sociedades Nacionales de los países correspondientes. Quienes trabajan allí llaman a los familiares. De esta manera, se brinda información a los familiares en su idioma, o en uno que comprendan, de que sus seres queridos están en camino hacia un lugar seguro. Las respuestas de los familiares se envían de vuelta al equipo de la Federación a bordo del Ocean Viking. Esta comunicación es vital, ya que transmite tranquilidad a los sobrevivientes y a sus familiares.
El delegado del CICR en Beirut, Zeyad Nayel, contacta a familiares de sobrevivientes para transmitir salamats. Comenta lo siguiente sobre su labor en el proyecto: "La respuesta más habitual que recibimos de los familiares luego de explicar el proyecto de los salamats, justo antes de enviar el mensaje es: '¿Ha sobrevivido?' Y unos minutos después de terminar la llamada, solemos recibir este mensaje del/de la miembro de la familia: 'Ahora estoy solo/a. Dígame la verdad. ¿Ha sobrevivido?'
Recuerdo una vez, no estábamos logrando comunicarnos con un familiar. Después de varias llamadas sin atender, le enviamos un mensaje de WhatsApp para decirle que éramos del CICR y necesitábamos contactarla. Esperamos hasta ver que las dos tildes estaban azules [confirmación de lectura del mensaje] y volvimos a llamarla. Nos atendió angustiada y llorando. Dijo: 'Sé que son ustedes y es a propósito que no los atiendo. No quiero saber. No puedo creer que no lo haya logrado'. Luego de tranquilizarla, explicarle el proyecto y enviarle el salamat, se puso a llorar de alegría y nos pidió que le confirmáramos una vez más que estaba a salvo: 'Díganme la verdad. Pónganlo al teléfono.' Esto trae mucho alivio a los familiares preocupados."
Las personas dejan de estar en contacto con sus familiares durante su trayecto migratorio por muchas razones: pierden el teléfono móvil u olvidan las contraseñas de sus redes sociales y correos electrónicos; pierden los datos de contacto de sus familiares; son detenidas o se separan de los miembros de su familia en tierra firme o en las fronteras marítimas. Lanzado en 2013, Trace the Face es un recurso en línea que ayuda a restablecer el contacto entre familiares que se han separado o que han perdido el contacto en las rutas migratorias. Los usuarios publican su propia fotografía en el sitio web. Quienes están buscando a un/a miembro de su familia pueden buscar en línea con facilidad en la galería de fotos y, cuando hay una coincidencia, las delegaciones del CICR y las Sociedades Nacionales trabajan en conjunto para poner a los familiares nuevamente en contacto. Desde su creación, Trace the Face ha crecido y ha ayudado al restablecimiento del contacto de cientos de familiares. El mes pasado, mejoramos la accesibilidad del sitio al crear versiones en darí, pastún y somalí, y está previsto para más adelante en el año el lanzamiento mundial de Trace the Face, para que el servicio esté disponible para familiares de migrantes desaparecidos en todo el mundo.
En el último año, más de 5.000 personas publicaron su fotografía en Trace the Face y cerca de 300 personas han podido recuperar el contacto con sus familiares. Una historia con final feliz es la de Marzia, quien huyó de Afganistán con su familia, pero se separó de su hermano de 12 años, Mustafa, en medio del cruce caótico de Irán a Turquía. Después de seis largos años sin noticias, Marzia y sus hermanas contactaron a las oficinas del CICR en Kabul. Al entrar al sitio web, encontraron una foto de su hermano y se enteraron de que estaba vivo y bien, y que vivía en el norte de Europa.
Las personas continúan desapareciendo a lo largo de las rutas migratorias y sus familiares siguen buscando respuestas, pero la Red de Vínculos Familiares continúa brindándoles su apoyo en cada etapa del camino.