Cadáveres no identificados o sin reclamar de migrantes fallecidos en la peligrosa selva panameña del Darién, en la frontera sur con Colombia, cuentan desde este jueves con nichos "humanitarios" donde podrán reposar de una manera digna de forma permanente o hasta que sean repatriados por sus familiares.
Este primer conjunto de cien nichos de "resguardo humanitario" en Darién para los migrantes que fallecieron en la selva en su camino hacia Estados Unidos se inauguró hoy en el municipio de Pinogana, impulsado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMELCF) de Panamá.
"La importancia de este módulo de resguardo humanitario es el hecho de poder facilitar cien nichos para la inhumación individual de restos humanos de personas migrantes que puedan haber fallecido a lo largo de la ruta del Darién y que no tengan un lugar donde preservarse en condiciones dignas", explicó a EFE en el acto la jefa de la delegación regional de CICR, Marisela Silva Chau.