Las actividades de protección del CICR abarcan desde la prevención y la resolución de casos de personas desaparecidas hasta la garantía de que los restos humanos sean tratados con dignidad y el apoyo a las familias durante su, a veces, larga espera de respuestas. Estas tareas pueden complicarse por los conflictos armados prolongados y otras situaciones de violencia, en las que el número de víctimas mortales supera la capacidad del sistema médico-legal de un país. En la última década, el CICR ha ampliado considerablemente el alcance de su labor forense humanitaria, y en algunos casos ha enviado equipos sobre el terreno para ayudar a construir o renovar las instalaciones médico-legales. Estas directrices contienen los conocimientos básicos necesarios para llevar a cabo este tipo de proyectos. Basándose en las normas internacionales, en la experiencia sobre el terreno de los especialistas forenses del CICR y en los conocimientos avanzados de ingeniería, proporcionan las herramientas necesarias para evaluar las distintas instalaciones médico-legales y subsanar sus deficiencias. Tienen en cuenta tanto los aspectos científicos como los prácticos de la compleja tarea de gestionar los cadáveres, y contienen especificaciones técnicas detalladas destinadas a garantizar que las instalaciones terminadas sean adecuadas para su finalidad. Este documento está pensado para que lo utilicen los profesionales de la medicina forense, la protección y la ingeniería que participan en este campo de trabajo. Con él, podrán ayudar a las autoridades a garantizar que los restos de las personas fallecidas como consecuencia de un conflicto armado, una catástrofe natural, una migración u otras situaciones de violencia se gestionen adecuadamente, de acuerdo con las necesidades de las familias.