Proceso de búsqueda

La búsqueda de una persona desaparecida o separada de sus seres queridos es un proceso exhaustivo y variado en el que intervienen diversos actores y disciplinas. Los familiares son y deben ser el centro del proceso. 

El proceso de búsqueda consiste en rastrear y reconstruir retrospectivamente el recorrido que realizó alguien a fin de establecer, con cierto grado de certeza o confianza, su suerte y paradero. La “suerte” se refiere al estado o a la condición en que se encuentra la persona desaparecida —es decir, si está o no con vida—, mientras que el “paradero” se refiere a su recorrido y a las circunstancias que llevaron a su suerte y localización. Se trata de formular una hipótesis, libre de prejuicios o de presunciones, relacionada con lo que pudo haber ocurrido a la persona, el lugar en el que puede encontrarse y la reconstrucción de los acontecimientos desde su desaparición. 

La mayoría de los familiares comienzan a buscar a su ser querido en cuanto toman conocimiento de su desaparición. También pueden intervenir otros actores, (autoridades, Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, organizaciones de la sociedad civil, etc.), por separado o de manera coordinada.

La búsqueda puede ser rápida o demorar años: la mayoría de los familiares continuarán buscando a su ser querido hasta que hayan agotado todas las alternativas posibles y reciban información creíble acerca de lo que ocurrió con la persona desaparecida y de su localización. La búsqueda tiene por objetivo, principalmente, localizar a la persona desaparecida y conocer tanto su suerte como su paradero. No obstante, algunos de los actores que participan en la búsqueda, entre ellos, los familiares, tienen interés en identificar a los autores de la desaparición si es que esta se relaciona con un acto delictivo o con una violación de los derechos humanos o del derecho internacional humanitario. Cada contexto puede exigir soluciones diferentes, y no existe una única manera de proceder que se adapte a todas las situaciones. Sin embargo, es útil analizar y deconstruir cómo suele realizarse una búsqueda en diferentes circunstancias y contextos, a fin de brindar a los actores las mejores prácticas y conocimientos que aporten información para su labor. Aun en las circunstancias más difíciles, los familiares quieren tener la certeza de que las entidades intervinientes hicieron todo lo posible para buscar a su ser querido desaparecido. Los recursos disponibles en este sitio web pretenden informar y ayudar a las organizaciones, las autoridades y las familias en los diversos aspectos del proceso de búsqueda.

Recopilación de información y de datos

Las etapas preliminares de la búsqueda suelen centrarse en recopilar información general sobre la persona desaparecida y los hechos en torno a su desaparición. Es importante asegurarse de que la información acerca de la persona desaparecida o separada y de las circunstancias en torno al hecho que motivó su búsqueda quede registrada con suficiente detalle en el momento en que se denuncia su desaparición/separación, dado que algunas precisiones importantes pueden olvidarse con el paso del tiempo.
La seguridad tanto de las personas que aportan la información como de las que son objeto de esta es crucial. Si bien la información deberá circular entre las autoridades competentes, una vez que llega, deberá ser protegida, y no deberá utilizarse ni publicarse ningún dato que pueda causar algún perjuicio.

El primer paso en el proceso de búsqueda de una persona desaparecida consiste en presentar una solicitud de búsqueda, y las herramientas iniciales que deberán utilizarse son los formularios de recopilación de datos de personas desaparecidas. Los datos iniciales que se recopilan deben incluir toda la información disponible que ayude en la búsqueda de las personas desaparecidas y que sea necesaria para mantener el contacto con los solicitantes.

La recopilación de datos sobre personas desaparecidas está a cargo de las organizaciones y de las autoridades, que suelen efectuarla en función de su contexto, sus necesidades, sus recursos y su mandato. Sin embargo, en líneas generales, esos datos incluyen lo siguiente:

a)    Información relativa a la identidad de la persona.

  • Información personal o social en general (nombre, edad, domicilio, lugar de trabajo, estado civil, etc.);
  • aspecto físico (altura, peso, color de ojos, color del cabello, etc.);
  • historia clínica y dental (fracturas, enfermedades, ausencia de dientes, coronas dentales, empastes, etc.);
  • rasgos distintivos (hábitos, como fumar en pipa, características únicas [cicatrices, marcas de nacimiento, tatuajes, etc.]);
  • ropa y otros objetos personales que la persona desaparecida llevaba puestos cuando se la vio por última vez; y muestras biológicas de los familiares de la persona desaparecida —o muestras de la persona desaparecida adquiridas antes de su desaparición—, que también pueden recolectarse para su uso en el proceso de identificación.

b)    Información relativa a las circunstancias en torno a la desaparición.

  • Dónde se vio a la persona por última vez, quiénes más estaban allí, cuál era la situación en ese entonces, qué ocurrió, etc.

Toda persona que haya estado en contacto con la persona desaparecida es una posible fuente de información vital. Por esa razón, los procesos de búsqueda e identificación deben estar supeditados a importantes principios y normas multidisciplinarias, muchos de los cuales se desprenden de las ciencias forenses (medicina, patología, antropología, arqueología, análisis de huellas dactilares, odontología, genética, entre otras) y recurren a expertos de diversas disciplinas afines (investigadores, peritos judiciales, etc.).

En general, con el tiempo, los familiares habrán efectuado un gran número de investigaciones por su cuenta para averiguar toda la información posible acerca de la persona desaparecida, sobre todo si transcurrieron varios años desde su desaparición. Al hacerlo, muchas veces encuentran información acerca de otros desaparecidos (no de su familia), de la ubicación de los lugares de inhumación, etc. Es importante llevar un registro de esa información también.

Una vez que se recopilan los datos, las autoridades responsables o las organizaciones que apoyan a los familiares en el proceso de búsqueda intentarán cotejar la información recopilada como parte de la solicitud de búsqueda con lo siguiente:

  • otros datos recopilados anteriormente (por ejemplo, listas de personas que están sanas y salvas, heridas, privadas de libertad o muertas) y otras solicitudes de búsqueda;
  • información dada a conocer por instituciones oficiales y otras organizaciones; y
  • otros datos publicados en los medios de comunicación o en internet.

La recopilación de datos exhaustivos desde el principio es tan importante como la conservación y protección de datos durante el tiempo necesario. La necesidad de consultar o de reactivar un caso puede surgir muchos años después de la finalización de un conflicto armado o de otras situaciones de violencia. Los archivos consisten en registros y en otro tipo de material documental seleccionado y conservado a lo largo del tiempo para que queden asentadas las tareas realizadas en el pasado. Deben contener información auténtica, fiable y completa que represente una fuente autorizada de conocimiento y de aprendizaje. Deberán organizarse de acuerdo con los marcos normativos específicos derivados del derecho internacional y nacional.

gathering data

Actividades de búsqueda

La “búsqueda” (en inglés, tracing) consiste en un seguimiento sistemático de todas las pistas en las zonas donde podría localizarse a la persona que se busca o recopilarse información fiable sobre su paradero, entrevistar a posibles testigos y seguir cualquier nueva pista obtenida durante este proceso. Comienza durante las primeras horas posteriores a la desaparición o la separación.

Puede incluir las siguientes acciones:

  • visitar la última dirección conocida de la persona buscada;
  • contactarse con familiares y vecinos que puedan conocer a la persona;
  • consultar con instituciones u organizaciones que puedan tener información sobre ella;
  • visitar refugios y campamentos donde podría encontrarse la persona;
  • verificar los registros de hospitales, morgues y cementerios, que podrían contener información sobre ella;
  • presentar la solicitud de búsqueda ante las autoridades correspondientes para solicitar la información que puedan tener (lo cual deberá efectuarse siempre con el consentimiento informado del/de la solicitante y solo cuando respete el interés superior de la persona buscada);
  • publicar datos de la persona (con el consentimiento informado del/de la solicitante y solo cuando se considere que se respeta el interés superior de la persona buscada): los detalles de la persona podrán difundirse en la radio, la internet o la televisión, o bien podrán publicarse en periódicos, a fin de llegar a quienes podrían aportar información para restablecer el contacto con un familiar desaparecido;
  • colocar carteles en lugares clave con el nombre o una fotografía de la persona buscada y recurrir a equipos móviles con megáfonos para hacer anuncios en los que se solicite información sobre su paradero;
  • establecer una línea telefónica o un centro de llamadas: ante una emergencia de gran escala, el CICR o una Sociedad Nacional podrán hacerlo para recopilar información, notificar a los familiares o remitirlos a las fuentes de información adecuadas.

Importancia de la coordinación

Las actividades de búsqueda pueden estar a cargo de diversos actores (autoridades gubernamentales, ONG, organizaciones internacionales, familiares y otras asociaciones de la sociedad civil), según las circunstancias y el contexto de la desaparición. La eficacia del proceso de búsqueda también depende de la medida en que los diversos actores intercambien información y armonicen la manera de recopilarla para poder hacerla circular fácilmente. Asimismo, depende del grado de participación que se dé a los familiares y a las comunidades en el proceso de búsqueda: sus limitaciones, las posibilidades de éxito y la probabilidad de encontrar con vida a las personas desaparecidas o de localizar sus restos mediante la exhumación y la identificación forense. Toda participación directa de los familiares en el proceso de búsqueda debe encararse con sensibilidad y de manera adecuada desde el punto de vista cultural. Deben establecerse mecanismos eficaces en varios niveles para permitir la coordinación y evitar la duplicación de esfuerzos a la hora de recopilar datos y de efectuar la búsqueda. En caso contrario, al contactar varias veces a los familiares para recabar la misma información, se corre el riesgo de revictimizarlos. Los actores deben conocerse entre sí y, en la medida de lo posible, deben coordinar esfuerzos y asegurar una adecuada instrumentación de los datos.

Necesidad de proteger la información sensible

La información personal de una persona desaparecida, suministrada por su familia, suele ser vital para el esclarecimiento de su suerte y paradero. Sin embargo, gran parte de la información que se busca durante el proceso de recopilación de datos puede ser muy sensible. Los principios relativos a la protección de datos y, con frecuencia, los marcos jurídicos nacionales y regionales, exigen que quienes aporten datos reciban información sobre el uso previsto de esa información antes de su recopilación.
 
Cabe recordar que esa valiosa información también puede resultar clave para la propia seguridad y dignidad de los familiares. Por ende, el hecho de recopilar, almacenar y gestionar los datos de manera adecuada debe considerarse en todo momento como una parte fundamental de la protección de las propias familias, en el marco del proceso de búsqueda.

La digitalización y otros avances tecnológicos en materia de datos han permitido que la búsqueda de personas desaparecidas se vuelva considerablemente más eficaz. El CICR ya utiliza varias tecnologías de recopilación y de procesamiento de datos. En 2015, adoptó un Código de Conducta sobre protección de datos personales del programa de Restablecimiento del contacto entre familiares para garantizar el derecho a la privacidad y a la protección de los datos personales de las personas que utilizan estos servicios.

certificate
Shalamjah border crossing, near Basra. The remains of 17 Iranian soldiers, killed during the 1980-1988 Iran-Iraq war, being repatriated under the auspices of the ICRC. FEGHALI, Marie-Claire, ICRC.

Leyes y políticas que guían el proceso de búsqueda

El documento Principios rectores/Modelo de ley sobre las personas desaparecidas contiene medidas legislativas tipo que pueden utilizar los Estados a modo de guía para redactar legislación sobre la protección de las personas desaparecidas y la prevención de esa situación.
En el documento Principios rectores para la búsqueda de personas desaparecidas (Comité contra la Desaparición Forzada) se identifican mecanismos, procedimientos y métodos para el cumplimiento del deber jurídico de buscar a las personas desaparecidas y se procura consolidar las buenas prácticas en la búsqueda eficaz, derivada de la obligación que compete los Estados. 
El CICR, junto con familiares, expertos y otras partes interesadas clave, desarrolló un conjunto mínimo de datos para la búsqueda de migrantes desaparecidos. Ese conjunto puede utilizarse para complementar los esfuerzos de recopilación de datos existentes de una organización, garantizar la compatibilidad con los esfuerzos de otras o bien como contenido central de un nuevo formulario. Dado que gran parte de la información que se busca son datos personales muy sensibles, el documento incluye orientaciones para la protección de esos datos y una lista de control de la información mínima que deberá proporcionarse al/a la interesado/a, que podrá adaptarse según el contexto.